American Bully, más que una apariencia, una raza de corazones Nobles: criador Saúl Núñez
—Estos perros son considerados amigables y leales, más allá de su imponente presencia
En las últimas décadas, los perros de raza American Bully han ganado popularidad en todo el mundo por su imponente presencia y carácter amigable. Detrás de esta tendencia, se encuentra Saúl Núñez Miranda, un criador apasionado que ha dedicado seis años de su vida a la crianza de estos imponentes canes. En una entrevista exclusiva, Saúl nos cuenta su historia y la dedicación que implica ser un criador de American Bully.
En un rincón del mundo canino, donde la imponente presencia se combina con una lealtad inquebrantable, se encuentra la raza de perros conocida como American Bully. Una creación única, han emergido como una fuerza majestuosa en el reino de los perros.
Al observar a uno de estos ejemplares, la primera impresión que se obtiene es la de un animal imponente, con una anatomía que exuda poder y fuerza. Sus músculos están esculpidos a la perfección, y su postura denota confianza. Pero, debajo de esa apariencia atlética, late un corazón amigable y leal que ha convertido a esta raza en la compañía perfecta para familias y amantes de los perros.
Los American Bully son conocidos por sus diferentes tipos, incluyendo XL, estándar, pocket y micro. Estos perros, con precios que varían entre 10 mil y 100 mil pesos, son admirados por su imponente presencia y temperamento amigable. Sin embargo, criar esta raza va más allá de la estética; requiere una profunda responsabilidad y conocimiento.
Saúl Núñez Miranda destaca la importancia de la crianza responsable, enfatizando que no se trata de cruzar por cruzar. En un mercado competitivo, donde algunas perras pueden tener hasta 5 cachorros en una camada, Saúl procura tener solo una camada por año, o como máximo dos. Esto asegura el bienestar de los perros y de las madres, ya que las camadas múltiples pueden poner en riesgo la salud de ambos.
El proceso de reproducción es particular para los American Bully, ya que debido a sus cuerpos robustos y cabezas grandes, la reproducción natural es casi imposible. La inseminación artificial o cesárea son prácticas comunes en esta raza. De hecho, aproximadamente el 90 por ciento de los partos de American Bully se realizan por cesárea en una veterinaria especializada.
Cuidar a estos cachorros es un trabajo constante. Necesitan ser alimentados cada dos o tres horas para evitar la deshidratación, y deben cumplir con un estricto plan de vacunación para mantener su salud óptima.
Además, los perros American Bully no son entrenados para pelear; en su lugar, se les brinda un entrenamiento de obediencia y a menudo se utilizan en exhibiciones debido a su belleza.
Pero más allá de su impresionante apariencia, lo que realmente define al American Bully es su naturaleza afectuosa y amigable. Son conocidos por ser leales a sus dueños y amigables con los niños, convirtiéndolos en excelentes compañeros familiares. Aunque pueden parecer intimidantes a primera vista, estos perros suelen ser amigables y juguetones.
El alimento es una parte crucial de su bienestar. Saúl Núñez les proporciona croquetas de alta calidad, lo que no solo fortalece sus dientes sino que también les otorga un pelaje brillante. Además, estos perros reciben atención médica regular, con citas mensuales y visitas cada dos meses para el cuidado dental y corte de uñas.
Estos perros son una raza única, resultado de la cruza entre el Bulldog Inglés y el Bulldog Francés. Recientemente, esta raza ha ganado reconocimiento oficial. Aunque algunos pueden considerarlos perros costosos, Saúl ha notado un aumento en su popularidad en Parral y la región, donde las personas comienzan a adquirir estos canes impresionantes.
La pasión de Saúl Núñez por la crianza de American Bully comenzó después de presenciar a un perro top de nivel nacional. Ese encuentro lo inspiró a adquirir una cría de ese ejemplar y, desde entonces, se ha dedicado a criar estos encantadores perros.
Saúl cuenta con el apoyo decidido de su familia, incluyendo su esposa e hijos, quienes se encargan de mantener el lugar limpio y brindar el cuidado necesario para que los cachorros crezcan fuertes y saludables.
Crianza, cuidado y amor son los ingredientes que hacen que los American Bully brillen en el reino canino. Estos perros son más que mascotas; son compañeros leales, amigos fieles y una verdadera maravilla en el mundo de los perros.
Criar American Bully es todo un arte que requiere un profundo conocimiento de la raza y compromiso. Saúl Núñez Miranda es un ejemplo de la dedicación y pasión que implica la crianza responsable de estos adorables perros que han llegado a ser una parte valiosa de Parral y más allá.