Sheinbaum: Acarreo, abusos y la promesa de los 300 pesos
El mitin de la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum se vio empañado por los excesos y las malas prácticas. Los organizadores quisieron “mostrar músculo” y lo único que evidenciaron fueron los abusos y la insensibilidad.
El arribo de cerca de 50 camiones repletos de personas acarreadas de diversos municipios planteó interrogantes sobre la autenticidad del apoyo.
Las largas esperas para recibir a Sheinbaum, que en algunos casos alcanzaron hasta las seis horas, dejaron a muchos asistentes exhaustos y desencantados. Uno de los incidentes más polémicos involucró a un grupo de personas indígenas a quienes se les prometió comida como incentivo para asistir al mitin. Sin embargo, al llegar al lugar, sin asientos ni comida.
La situación se volvió más preocupante cuando se reportaron casos de adultos mayores desvanecidos debido a las largas filas. Algunos de ellos terminaron desmayados y fueron auxiliados por paramédicos de la Cruz Roja.
Otro aspecto que causó controversia fue el empleo de pulseras verdes con un distintivo de «Otto» que se entregaron a personas de Parral, con la promesa de una recompensa de 300 pesos.
Aunado a ello, el uso de vehículos oficiales, incluso unos con placas de otros estados de la república también generaron sospechas. ¿Era apropiado utilizar recursos gubernamentales para fines partidistas?
Una de las críticas más severas se centró en la ubicación de las salidas de emergencia, que se vieron bloqueadas debido a la multitud y los vehículos en el lugar. Este descuido puso en peligro la seguridad de los asistentes, ya que se eliminaron vías de evacuación esenciales en caso de una emergencia real.
Aun y cuando Protección Civil les hizo la observación, los organizadores fueron omisos y asumieron el riesgo.
El mitin se convirtió en un recordatorio de la necesidad de garantizar la transparencia, la seguridad y la integridad en los eventos de campaña electoral.