El cáncer nos quita la vanidad, el orgullo y la vergüenza: sobreviente

Diana Esperanza Borja López da su testimonio de vida

“Lo mas difícil del cáncer es el pensar en mis hijas chiquitas, que me voy a morir y las voy a dejar”, así lo dijo Diana Esperanza Borja López, quien dio a conocer su testimonio de vida, luego de enfermarse de cáncer de mama.

Un día nublado con una brisa fresca y un clima helado, es el ambiente en que Diana se prepara para subir los escalones del Kiosco de la Plaza Principal, el nerviosismo en su rostro esta a flor de piel… va a contar su testimonio, pero, para ella es difícil hablar en público.

Sin embargo, la enfermedad que carga en su cuerpo la ha enseñado a ser fuerte, a ser valiente, a no rendirse, con una sonrisa saluda a quienes la van a acompañar en el Presidium, autoridades municipales y del DIF Municipal.

Después del discurso de dos de los funcionarios del Gobierno, es su turno, el aire fresco aumenta sus nervios, pero la hora ha llegado, el maestro de ceremonias dice su nombre, y Diana Esperanza Borja López, empieza su discurso.

Hace 5 meses le detectaron cáncer de mama, le dijeron que su hígado estaba comprometido y básicamente le esperaba la muerte, “gracias a Dios y el apoyo de su familia y de los médicos, hoy estoy aquí ante ustedes hablando”, dijo.

Diana viste una chamarra rosa acorde al día que se conmemora, el Día Internacional de la lucha contra el cáncer, su pelo no es el que se acostumbra usar en una pasarela, ya que apenas es el suficiente para poderlo peinar, pero esto no le arrebata su porte ni la sonrisa y nos enseña más posibilidad de reeplantear otros modelos de belleza.

Con una sonrisa en su rostro dice que al principio cuando se le cayo el pelo, era difícil “a una mujer le gusta su pelo largo y bonito, siente vanidad, pero el cáncer te enseña muchas cosas, te quita todo, el orgullo y la vergüenza”, señala con la voz entre cortada.

Pero lo más complicado fue pensar en una posible muerte, dado el diagnóstico que le dieron, saber que podía dejar a sus hijas pequeñas sin su mamá, esa ha sido en su experiencia lo que mas a sufrido, no obstante, también pensar en ellas es el motor para luchar por su vida.

Este viernes le realizarán su quimioterapia numero 37, pero no sabe cuando va a terminar el tratamiento (el cual tiene dos años como mínimo), los gastos para los medicamentos son onerosos, aunque sus ganas de vivir la han llevado a hacer más de su límite para poder estar bien y al lado de sus pequeñitas.

En el tiempo de tratamiento, el pelo se le ha caído dos veces, “al principio no podía presentarme así, pero aquí estoy y puedo dar mi testimonio, y si alguien esta en esta dolorosa situación, les puedo decir la ruta o el proceso para comenzar a atenderse”, subrayó.

“estoy agradecida con la presidencia con el apoyo que me brindan, ya que todas las semanas me ayudan a solventar el gasto para acudir a la ciudad de chihuahua a las consultas, eso me sirve demasiado, ya que tan solo para pagar los medicamentos es sumamente difícil”, indica.

Diana sabe que su historia con la enfermedad aún no termina, pero por hoy es una sobreviviente, y que esta haciendo todo a su alcance para no dejar a sus hijas indefensas, en su ADN no esta el rendirse, por lo que dijo que seguirá luchando por su vida e invitó a las mujeres a que se hagan chequeos, ya que de detectar el cáncer a tiempo se pueden salvar muchas vidas, “para muestra estoy aquí”, concluyó.

Al terminar el evento, periodistas y mujeres se acercan con ella, para escuchar a detalle su testimonio, y con una sonrisa los recibe, de inmediato inician las pláticas, donde deja ver su sencillez y ganas de apoyar a los demás.

Sin duda su historia nos enseña fortaleza para afrontar la adversidad de una de las enfermedades más terribles en la actualidad, pero también que la familia es lo mas preciado que una persona tiene, lo que vale la pena luchar, ser valiente y no rendirse jamás como Diana, una mujer decidida dispuesta a todo para no dejar a sus hijas sin su mamá.