Pabellón Revolucionario: Un viaje en el tiempo en el corazón de Parral

-La resurrección de la historia, de las ruinas y el abandono al surgir del espíritu revolucionario

Fotos Arquitecto Alberto Camarena y Ecos de la Noticia


A cien años de la muerte del general Francisco Villa, en Parral, se erige un monumento que trasciende en el tiempo, llevando consigo la herencia de una nación luchadora y valiente. 

El Pabellón Revolucionario, concebido en el Barrio de Guanajuato, se alza como un símbolo de honor a aquellos revolucionarios que transformaron México en un lugar más justo y libre.

Parral, es una ciudad arraigada en la historia de México. Con una notable determinación, esta ciudad ha preservado y honrado el legado de los revolucionarios que, a través de su lucha incansable, allanaron el camino hacia una nación más justa y libre. 

Hoy, la Capital del Mundo es un testigo viviente de la importancia que tienen los héroes de la Revolución en la construcción de la identidad de México.

El Pabellón Revolucionario no es simplemente una estructura arquitectónica; es una manifestación de la importancia que tiene en Parral el recuerdo de los revolucionarios. Esta obra trae consigo un resurgimiento del espíritu de la ciudad, un renacimiento de la identidad histórica que ha sido acogido por los parralenses y visitantes por igual.

Esta plaza encuentra su hogar en el Barrio de Guanajuato, a tan solo 100 metros del sitio donde el Centauro del Norte, Francisco Villa, fue asesinado en 1923. 

Rodeado por la Plaza Juárez, la Calle Rosales, la Calle Purísima y el Río Parral, este terreno de 5,144.79 metros cuadrados es testigo de la historia.

En 2015, la primera intervención tuvo la ambición de crear una macroplaza, incluyendo una monumental estatua ecuestre de Villa de 12 metros de altura. 

Sin embargo, esta demolición sin permiso del INAH destruyó valiosos patrimonios arquitectónicos, alterando la huella de ese trágico episodio de la historia.

La obra original había perdido parte de su identidad histórica. La creatividad se convirtió en una herramienta fundamental para recuperar los elementos esenciales y enriquecer el patrimonio arquitectónico de Parral. Las soluciones no solo debían ser funcionales sino también respetuosas con la historia.

El corazón de esta intervención es la gigantesca estatua ecuestre de Francisco Villa, que se erigió en el sitio de la demolición. La gran estatua mira hacia el lugar donde le arrebataron la vida, un recordatorio imponente de su sacrificio.

Después de seis años de abandono, el Pabellón Revolucionario surgió, devolviendo vida a esta área central. La reubicación de la estatua a orillas del Río Parral permitió que esta obra maestra recobrara su brillo.

La estatua ecuestre, era una obra monumental con un peso de aproximadamente 30 toneladas. Se encontró una forma de mover esta estatua sin dañarla, reubicándola para evitar competir con el contexto histórico. La reubicación de esta colosal estatua requirió la movilización de cinco grúas.

La planeacion inadecuada de una macroplaza generó la pérdida de construcciones históricas y la identidad del lugar. La reubicación de la estatua ecuestre era un desafío debido a su tamaño y peso, pero se resolvió por parte del arquitecto Alberto Camarena y su equipo de trabajo, quienes con su imaginación y creatividad dieron vida a esta monumental obra.

La propuesta del Pabellón Revolucionario incluyó la creación de un espacio que enmarcara la estatua, respetando los lineamientos de la Zona de Monumentos Históricos y reviviendo la configuración histórica de la manzana.

El diseño del piso de la explanada del Pabellón, con piedra laja y cordones de concreto oxidado, rinde homenaje a los detalles de las carrilleras de los revolucionarios. 

Además, se creó un cinturón vegetal alrededor del perímetro, con árboles, arbustos y plantas endémicas que no solo enriquecen el paisaje sino también promueven la sostenibilidad.

La restauración de la imagen histórica no solo es un acto simbólico, sino un medio poderoso para la preservación y transmisión de la historia y la cultura de Parral. Este pabellón ha generado un sentimiento de orgullo y pertenencia entre los habitantes y visitantes, recordando la rica historia de la ciudad.

Esta plaza también fomenta la vida social y cultural, atrayendo a turistas y amantes de la historia. Este espacio histórico trasciende fronteras, recordando la lucha de Villa y su legado para México.

El Pabellón Revolucionario en Parral es más que una estructura arquitectónica, es un monumento a la historia y a la valentía de aquellos que lucharon por un México mejor. Es un testimonio de la identidad y la trascendencia de la ciudad y su gente.