Tensión y expectativa: crónica de una polémica entorno a la figura de Francisco Villa 

Parral, México.- La conferencia sobre Francisco Villa entre el espacio público y la conmemoración, que…

Parral, México.- La conferencia sobre Francisco Villa entre el espacio público y la conmemoración, que incluyó la presentación del libro “Emboscada: Asesinato de Francisco Villa”, estuvo envuelta en un ambiente tenso y cargado de expectativas. Desde el inicio, existía el temor de posibles manifestaciones e incluso agresiones hacia los exponentes Paola Juárez y Reidezel Mendoza.

La maestra Paola Juárez comenzó su ponencia con las palabras: “Mamá, si estás viendo esto, estoy bien”, reflejando el nivel de preocupación y nerviosismo que se vivía en el lugar. A medida que avanzaba la conferencia, algunos asistentes llegaban con bolsas, lo cual generaba inquietud entre las personas presentes.

El maestro Reidezel Mendoza no dejaba de moverse y constantemente miraba hacia afuera del recinto. Se conocía que los familiares de Villa se encontraban en la ciudad y habían amenazado con manifestarse durante las presentaciones. Esta situación aumentaba la tensión en el ambiente. Además, en una conferencia anterior, los descendientes de Villa habían insultado a los asistentes y al propio maestro Reidezel.

Agentes de Seguridad Pública resguardaban la casa Stallforth, contribuyendo a crear una sensación de tensión palpable. Cada sonido fuerte o cada persona que ingresaba al recinto generaba distracción y miradas de sospecha.

Hacia el final de la conferencia, la maestra Paola Juárez hizo una mención significativa: “Tengo conocimiento de que algunos miembros de la familia de Francisco Villa se encuentran aquí y pidieron específicamente que no se llevara a cabo este evento. Quisiera decirles que ellos, como familia, no están atados a las glorias ni a las culpas de sus ancestros. Ellos no tienen la culpa. No obstante, creo que simbólicamente ofrecer disculpas puede adquirir una importancia trascendental. Puede permitirnos repensar nuestro pasado y reconciliarnos con él, brindándoles una visión que deje de negar o censurar este tipo de situaciones. Que vean la historia con otros ojos y así podamos construir un poco más. Ofrecer disculpas puede ayudarles a enfrentar su pasado, rearmar sus valores y cumplir con sus obligaciones hacia las víctimas como seres humanos”.

En ese momento, uno de los familiares de Villa se hizo presente en el exterior del recinto, lo cual provocó la movilización de los elementos de seguridad pública. El familiar expresó: “Solo vine a burlarme del libro que están presentando, pero mejor me voy”. Luego, tomó una foto a los agentes y les entregó una moneda conmemorativa de Francisco Villa antes de retirarse y dirigirse a una rueda de prensa en la Casa Botello.

Durante la rueda de prensa, los familiares de Villa retaron a un debate al escritor Reidezel Mendoza Soriano, autor de diversos libros sobre la vida del general Villa, a tener una plática en Parral. Sin embargo, el maestro Reidezel afirmó que primero esperaba una disculpa por las agresiones sufridas en una conferencia anterior y sugirió moderar el tono de la pasión en los debates.

Durante su presentación del libro, Reidezel hablaba con nerviosismo y constantemente volteaba hacia la puerta, observando quién ingresaba. Incluso interrumpía su discurso si alguien pasaba detrás de él. Aunque mostraba valentía, también se mostraba cauteloso.

Ambos ponentes hacían hincapié en los crímenes cometidos por Francisco Villa, lo que respaldaba su postura sobre la visión de Villa como un asesino que afectó a muchas familias en el país.

Fue así como se vivió un día polémico en Parral dentro de las Jornadas Villistas, algo que hacía muchos años no se generaba en la ciudad.