“¿Todo o nada?”: La leyenda del indio que habita en el Cerro de las Borregas y su extraordinario tesoro
EcosdeUltratumba #LeyendasdeParral
Si te lo topas, tu vida dependerá de un hilo, de cuán ambicioso seas…
Por: Luis G. Prieto Ramírez
Por Luis Gerardo Prieto Ramírez
Parral es una de las localidades más antiguas de Chihuahua que, fundada en 1631 y gracias al descubrimiento de sus minas, mantiene aires de sumo misticismo. La ciudad, por ejemplo, está rodeada por majestuosos cerros y montañas cuya cima es posible contemplar desde cualquier ángulo. Es decir, sus habitantes coexisten en un característico agujero que intenta simular al menos profundo de los abismos.
Estas elevaciones geográficas han encerrado a Parral, cuna de hombres fuertes y trabajadores, por cientos de años en una fosa terrestre que le ha impedido crecer. Bien se sabe que esto ha sido la principal limitante de su crecimiento; pero, cada una de estas colinas son tan especiales y simbólicas que han sido bautizadas según sus formas y cualidades, colocándose dentro del aparatoso imaginario parralense.
Ahí están las montañas: el Cerro de la Antena, el Cerro de la Muela, el Cerro de la Prieta y el Cerro de las Borregas, inmóviles, esperando ser objeto de la contemplación de sus cautivos; a veces húmedos, otras completamente verdes… siempre inertes y silenciosos, mustios, presidiarios del misterio.
Los cerros, esos emblemáticos sitios que son parte indiscutida de la identidad perenne e inmortal de los locales, la cual es envidia de todas las poblaciones circunvecinas, existen y protegen. Todos estos montículos tiene una historia, real o fantástica, que al ser contada, el oriundo de Parral se llena de orgullo y felicidad.
Del Cerro de la Prieta nació Parral, pues con su producto le dio de comer, y más que eso, fama internacional. Con el Cerro de la Muela se enamoró Parral, pues su gran belleza y majestuosidad conserva preso, creando en él un sentimiento de grandeza y hermosura.
El más alto, el más grande, el más imponente, es el Cerro de la Antena, conocido también como el Cerro de la Mesa por su amplitud. Este esplendoroso montículo le ha dado protección a Parral, cubriéndolo de las inclemencias que por detrás le llegan.
Pero, hay uno en especial que lo ha hecho creer en una infinidad de fantasías… el Cerro de las Borregas, cuyo misterioso nombre quizá provenga del cuadrúpedo lanudo, o tal vez de una historia que se perdió con el tiempo y que estas líneas jamás podrán recuperar.
El Cerro de las Borregas llena de curiosidad a cualquier nativo o visitante que conoce su leyenda. He aquí la historia:
Cuentan los de Parral que a los pies de este cerro existe una misteriosa cueva, que al ingresar en ella, el panorama de quien se aventura se convierte en una trágica vivencia.
La fría y húmeda caverna esconde un grandioso tesoro, el cual es incalculable e infinito, que cambia dependiendo de quién cuenta la historia, pues cada relator adapta el tesoro según sus ambiciones.
En las entrañas del viejo y enigmático cerro, los locales dicen que se aparece un individuo con rasgos indígenas, vestido de apache. Su nombre es Victorio, pues así lo han bautizado. Su rostro con toda la sabiduría del cosmos, al intruso de sus aposentos, le preguntará lo siguiente: ¿Todo o nada?
Con su dedo índice, él mostrará la inmensidad de su tesoro. Todo aquello que se ambiciona está allí. Algunos dicen que se trata de miles de monedas de oro y plata, otros aseguran que lo que en ese lugar se oculta no puede ser descrito con ninguna palabra. Que es la mayor riqueza que nunca se ha visto jamás.
Todo eso puede ser tuyo. Sin embargo, hay una única condición… que te lo lleves todo. Sí, todo. Cada pieza, no puedes dejar nada. En caso contrario de que aceptes el botín y no logres sacarlo todo antes del amanecer, que es lo más probable, Victorio nunca te dejará salir. Te quedarás con él por una eternidad o quizá más.
Curioso es que si decides no llevarte el tesoro y respondes: “nada”, igual no sales de la oscuridad. El indio se queda con tu vida, no regresas, te llevas eso que le respondiste, nada.
Otra versión menos tormentosa concluye así:
Si respondes “todo” y no consigues llevártelo todo, tienes que dejar lo que portas contigo, tu ropa y tus joyas. Y si la respuesta es “nada”, no habrá problema, nada ganas y nada pierdes.
En fin, Parral es un lugar repleto de historias, leyendas que involucran todo tipo de lugares, tiempos y personajes. El tesoro del apache Victorio es una leyenda viva, pues en sí comprende un lugar real y meramente representativo; un tiempo indefinido, no calculable, que viaja a partir de la imaginación; y un personaje atípico, que aún sobrevive en la memoria parralense.
Imágenes:
You Tube – Oscar Lozoya / Travesía al Cerro de las Borregas (Corto-documental) Parral, Chihuahua