Ola de suicidios: El “efecto contagio” y el grave problema que se vive en Parral

Así hemos influido los medios de comunicación en el mundo para el incremento del índice de personas que se quitan la vida

Parte 1 de 3

Parte 1 de 3

Tras una minuciosa investigación se revelaron datos en donde Parral muestra un preocupante efecto contagio de suicidios, ya que durante el año suman 16 suicidios y la mayoría de ellos se registran en días consecutivos luego de darse a conocer hechos donde personas deciden quitarse la vida, dicho efecto se da según a diversos factores entre ellos la difusión que se da en medios de comunicación, por lo cual la Organización Mundial de la Salud ha hecho una serie de recomendaciones para dar a conocer los suicidios de una manera que no impacte de manera negativa en la generación de mas casos.

El “efecto Werther” o como lo conocemos “Efecto contagio”, se refiere al impacto de la novela Las penas del joven Werther, de Goethe, en 1774. El protagonista de esa novela se suicida, y hubo casos de personas que lo imitaron tras la publicación de la obra: tenían el libro en la escena, llevaban vestimenta parecida a la del protagonista o mencionaban la historia en una carta de despedida. Desde entonces, se habla de la posibilidad de “contagio” del suicidio en las personas vulnerables a partir de la difusión de casos ficticios o reales.

De acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, cada año, cerca de 703 000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo. Todos los casos son una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tienen efectos duraderos para los allegados de la víctima. Puede ocurrir a cualquier edad, y en 2019 fue la cuarta causa de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo.

Los suicidios no solo ocurren en los países de altos ingresos, sino que es un fenómeno que afecta a todas las regiones del mundo. De hecho, más del 77% de los suicidios ocurridos en 2019 tuvieron lugar en países de ingresos bajos y medianos.

La OMS reconoce que el suicidio es una prioridad para la salud pública. En 2014 se publicó el primer informe mundial de la OMS sobre esta cuestión, titulado «Prevención del suicidio: un imperativo global», con objeto de aumentar la sensibilización respecto de la relevancia del suicidio y los intentos de suicidio para la salud pública, así como de otorgar la máxima prioridad a su prevención en los programas mundiales de salud pública. Además, con este informe se procuró alentar y ayudar a los países a elaborar o reforzar estrategias integrales de prevención del suicidio en el marco de un enfoque multisectorial de la salud pública.

Ian Colman (2018) en su artículo denominado “Reportaje responsable para prevenir el contagio del suicidio”, dice que un creciente cuerpo de evidencia sugiere que la exposición al suicidio puede aumentar la probabilidad de que un individuo expuesto pueda considerar el suicidio por sí mismo. Uno de los mecanismos propuestos que podría explicar este aparente efecto de contagio es la información de los suicidios por parte de los medios de comunicación. Las personas que leen o escuchan sobre un suicidio pueden identificarse con el difunto y, en consecuencia, también pueden considerar la causa de la muerte como una solución aceptable para sus propios problemas.

En dicho estudio se establece que los informes de los medios de comunicación sobre suicidios que incluyen detalles del método de suicidio, y aquellos sobre el suicidio de celebridades, están asociados con un aumento de suicidios posteriores en la población.

En la investigación, examinaron los informes de los medios impresos y en línea de 947 muertes por suicidio en la ciudad de Toronto entre 2011 y 2014, para investigar si los aspectos de estos informes se asociaron con aumentos o disminuciones posteriores en el suicidio. Una de las características más llamativas de este estudio es la frecuencia con que los informes de los medios sobre el suicidio describen el método utilizado, a pesar de las directrices claras para evitar esta práctica. Casi la mitad (49,5%) de los 6367 artículos que informaron sobre estos suicidios identificaron el método utilizado, y uno de cada ocho (12,8%) describió el método en detalle específico. De acuerdo con otros estudios, los análisis dejan claro que incluir detalles del método está asociado con un aumento de suicidios posteriores.

Asimismo Mark Sinyor (2018), realizó una publicación en conjunto con un grupo de colegas al cual denominaron “La asociación entre las muertes por suicidio y los factores supuestamente dañinos y protectores en los informes de los medios”.

En la interpretación de los datos de dicho estudio se identificó asociaciones significativas entre varios elementos específicos de los informes de los medios y las muertes por suicidio. Sugiere que informar sobre el suicidio puede tener un impacto significativo en las muertes por suicidio y que los periodistas, los medios de comunicación y las organizaciones deben considerar cuidadosamente el contenido específico de los informes antes de su publicación.

Asimismo se refirió estudios en Australia, Austria y los Estados Unidos en donde han identificado elementos potencialmente dañinos de los informes de los medios asociados con mayores tasas de suicidio posterior. Estos incluyen reportajes repetitivos, colocación de artículos en primera plana, reportajes sobre suicidios saltando, muerte por suicidio (en lugar de ideación o intentos), pactos de suicidio, incluyendo la palabra “suicidio” o el método de suicidio en el titular, fotografías que lo acompañan, “explicaciones monocausales” (una sola causa y efecto) para el suicidio, e informes que incluían información errónea (“mitos públicos”) sobre el suicidio.